Deeditt - Entre el miedo y la convicción: por qué decidí intentarlo en público

Deeditt - Entre el miedo y la convicción: por qué decidí intentarlo en público

Hay decisiones que parecen pequeñas desde afuera pero que, en lo interno, mueven montañas. Para mí, anunciar un reto público —conseguir que 100 personas usen Deeditt en 4 meses— ha sido una de esas decisiones.

Podría haberlo intentado en silencio, guardando los avances y los tropiezos para mí mismo. Pero hacerlo en público cambia todo: la presión, el miedo, las dudas y también la fuerza con la que despierto cada mañana para seguir.

Vivir con la incertidumbre

He recibido todo tipo de comentarios: que la idea es buena, que no tiene futuro, que es aburrida, que es interesante. Y lo curioso es que todos podrían tener razón.

En realidad, nadie sabe de qué depende el éxito o el fracaso de algo nuevo. Podemos planear, analizar y especular, pero al final solo queda avanzar sin garantías. Esa falta de certeza, lejos de ser un obstáculo, es lo que me recuerda que este camino vale la pena: porque estoy aprendiendo en tiempo real.

La carga invisible

Contar este reto parece sencillo, pero detrás hay un costo enorme de energía:

  • Hablar con desconocidos todos los días, buscando que alguien le dé una oportunidad a la plataforma.
  • Estar pendiente de que las aplicaciones no se rompan y sigan funcionando bien.
  • Publicar en redes, aunque a veces no sepa qué decir o sienta que nadie escucha.
  • Revisar números y estadísticas sin dejar que definan mi ánimo.
  • Y, al mismo tiempo, estar presente para mi familia, cumplir con mi trabajo de medio tiempo y no descuidar mi salud.

No es un esfuerzo técnico solamente; es un ejercicio de resistencia personal.

El valor de fallar en público

Si fracaso, será frente a todos. Y aunque esa idea asusta, también tiene algo liberador, porque fallar en público es una forma de compartir.

Compartir que los caminos no siempre son rectos, compartir que construir algo nuevo implica incertidumbre y cansancio, compartir que a veces basta con intentarlo para inspirar a alguien más a hacerlo también.

Ese, creo, es el verdadero regalo: que mis errores puedan ahorrarle tiempo o dudas a otra persona, o que mis aprendizajes le den un poco de claridad a quien esté en un punto similar.

Coherencia con la idea detrás de Deeditt

Deeditt nació con un propósito simple: permitir que la gente documente y comparta sus experiencias de una forma auténtica, sin adornos ni algoritmos diseñados para alimentar el ego.

Y este reto, en realidad, no es más que vivir esa filosofía en carne propia. Compartir lo que estoy aprendiendo, incluso si el resultado final todavía es incierto.

Por eso decidí hacerlo público. Porque a veces lo importante no es llegar, sino caminar acompañado. Y porque el intento, aunque imperfecto, también tiene valor.

Seguiré escribiendo, compartiendo y documentando este viaje desde las Redes Sociales en el perfil de Deeditt. Tal vez inspire, tal vez no. Pero si al menos una persona encuentra algo útil en estas palabras, ya habrá valido la pena.

Happy coding! :D


Photo by Elena Mozhvilo on Unsplash

Written with StackEdit.

Jack Fiallos

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